5 consejos que te ayudarán a escribir un guión de cortometraje

abril 05, 2018


Muchos aspirantes a cineastas, productores audiovisuales o estudiantes adolecen de historias que lleven a feliz término sus pretensiones cinematográficas. Salvo aquellos que escriben sus propios guiones, existen infinidad de personas que no saben qué filmar, y si lo saben, desconocen cómo convertir sus ideas en guiones.



En este post tendrás 05 consejos que podrían ayudarte a activar la imaginación para concebir argumentos, trazar ideas, y hasta buscar tus propias fuentes de inspiración.

Así que antes de escribir un guión toma en cuenta lo siguiente:

Identifica el género

Es necesario que te hagas las siguientes preguntas: ¿Quiero escribir un guión para un cortometraje de ficción o de documental? Para ambos casos el proceso de escritura tendrá tratamientos distintos. Es decir: puedes escribir un guión sobre el suicidio, pero, si quieres hacer ficción, la intención sería muy distinta en el caso de que decidas escribir un documental. En la primera tendrías que contar la historia, por ejemplo, de un suicida intentando matarse sin éxito alguno, mientras que en la segunda tendrías psiquiatras, criminalistas, o testimonios reales sobre el suicidio. Identificar el género te coloca en una intención narrativa determinada.

Ubica tus fuentes de inspiración 


Si eres de los que está en blanco, seco de imaginación, lo recomendable es que abras bien los ojos y la memoria. Ubicar las fuentes de inspiración significa utilizar nuestras propias referencias. Estas suelen ser: tu experiencia o recuerdo personal de una o un conjunto de anécdotas; la experiencia o recuerdos de otros; un suceso periodístico o histórico; una situación o pasaje de un libro; un sueño, soplo, o un chispazo divino de la imaginación. La vida, combinada con tu manera de contemplarla o interpretarla, es el principal caldo de cultivo para tus historias.

Piensa corto


Se trata de un guión para cortometraje y no para un largometraje. Hay argumentos que te pueden parecer geniales pero sólo pueden desarrollarse en 90 minutos de película. Así que piensa corto, pero en base a tres momentos: un inicio interesante, un desarrollo conciso y un final demoledor. En un corto debes dominar el poder síntesis y la concentración dramática. Nada de mostrar cosas innecesarias o de idear historias que requieran una mayor duración para que puedan comprenderse. He allí el desafío.

Cuidado con lo imposible


Si tu película es de bajo presupuesto, estudiantil, o un simple ejercicio fílmico para obtener experiencia cinematográfica, piensa en historias factibles y no imposibles. La recomendación es que pienses en una o pocas locaciones, uno o pocos personajes, e incluso en situaciones accesibles que requieran de poca producción pero con potencial dramático. No pongas a dos ejércitos a librar una guerra en el Medio Oriente ni hagas aterrizar una nave espacial con alienígenas en el patio de tu casa. Si tienes los recursos, hazlo; si no, pues descarta este tipo de historias o escríbelas para venderlas o guardarlas.

Conviértete en espectador


Antes de enrumbar un guión de cortometraje, lo más recomendable es que veas cortometrajes. Conviértete en espectador del género y disfrútalo como cineasta. Acá te dejo el extraordinario ejemplo de un cortometraje de ficción: Spider, para que te sientes con un cuaderno de notas apuntes los siguientes aspectos: duración, trama, estructura (inicio-desarrollo-cierre), lenguaje audiovisual, conflicto, etc.

Hay muchas maneras de concebir un guión para cortometraje. Para cada caso hay tantos puntos en común como métodos distintos. Sólo la práctica te llevará a una forma de trabajo propia. Espero que estas orientaciones te hayan sido útiles y que aportes también tus experiencias y conocimientos. Comenta si quieres. 

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