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Erótica de la costumbre
Reseña de Erótica de la costumbre
Tras salir de prisión despuĆ©s de 15 aƱos por el delito de homicidio, Malcom se encuentra con un paĆs igual o en peor estado en que lo dejó. No es un mejor paĆs, ni un mejor mundo. Es peor que Ć©l.
Erótica de la costumbre es una historia crĆtica, implacable, y hasta desquiciante. Temas como la violencia Ć©tnica y estructural, el erotismo y la pornografĆa vistos en un sentido mĆ”s amplio y divergente, estarĆ”n presentes en un relato sin complacencias, mĆ”s bien despiadado, que apunta hacia una sociedad vista desde el eros contra el tĆ”natos; una sociedad que necesita mĆ”s amantes que polĆticos.
Fragmento de Erótica de la costumbre
"El cuerpo no pide que mates a alguien; lo pide tu cabeza. El cuerpo es santo. Bendito sea el cuerpo por su inocencia. Pero maldita sea su cabeza por incriminarlo. Por hacerlo vil, sucio de corazón. Yo santifico al cuerpo y su pornografĆa. Santifico la carne que solo lo humano corrompe."
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Mujer de tiza
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Novela (2010) |
ReseƱa de Mujer de tiza
En el aƱo 2010 el jurado del Concurso de Autores
InĆ©ditos, auspiciado por Monte Ćvila Editores Latinoamericana, consideró a Mujer de tiza como “una obra completa,
que aspira sin complejos a desentraƱar el sentido de la vida, y en la que
destaca su maestrĆa en el manejo del lenguaje y del tiempo narrativo”.
La
novela, cuyo tiraje fue de 2000 ejemplares en el año 2012, marcó un hito dentro
del conjunto de referencias del sector educativo venezolano, dada la naturaleza
de un relato que parodia y desmitifica con notable crudeza la intimidad de
quienes ejercen el delicado oficio de la enseƱanza. El autor, en este caso, no
plantea mƩtodos ni rutas para mejorar el sistema educativo vigente. Por el
contrario, intenta poner de relieve la condición humana de aquellos que durante
dƩcadas ostentan la responsabilidad de formar a generaciones enteras, y estas,
a su vez, sirven de reflejo y consecuencia de la naturaleza promedio del
docente latinoamericano.
Mediante el personaje principal, una mujer entrada en
edad y recién jubilada de una escuela de instrucción pública, Dano Linares
explora la vida de una educadora puertas adentro. AquĆ el oficio, considerado
para muchos como el mƔs importante, se cruza con la cotidianidad y desnuda una
realidad en la que los maestros no estƔn exentos: familias disfuncionales,
drogas, carencias y miserias espirituales propias de una Ʃpoca a la que nadie
escapa, ni siquiera quienes representan nuestros mitos mƔs sagrados. Agotada ya
en librerĆas venezolanas, Mujer de tiza se perfila como una de las novelas de
culto con proyección dentro del panorama de la literatura joven venezolana en
la última década.
Fragmento de Mujer de tiza
"Despertó en el mismo cautiverio de siempre: su cuerpo. No eran sus ojos diferentes, ni otra la forma de recibir la luz del dĆa. Su cabeza, hundida en una almohada como rellena de piedras, albergaba los mismos recuerdos de la noche anterior. «MaƱana despertarĆ© siendo la misma», pensaba justo antes de conciliar el sueƱo. Horas despuĆ©s, al despertar, repetĆa: «Por la noche me dormirĆ© siendo la misma.» Entre ambos instantes lo inevitable: una casa, dos hombres, y el cauce sin prisa de una memoria que la obligaba a ser la misma mujer de todos sus ancestros. Sin sustitutas, Ćŗnica y mortal. Tan imprecisa como cierta. MĆ”s pĆŗblica que privada. De otros y para otros, nunca de sĆ."
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La flor y sus apóstoles
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Novela (2011) |
Monumental
alegorĆa de una catĆ”strofe ecológica mucho tiempo anunciada, La flor y sus apóstoles, novela
ganadora del II Premio Nacional de Literatura Stefania Mosca, escenifica una
parodia mordaz pero dolorida de una teologĆa del fin del mundo y del fracaso de
la especie humana.
Esta novela delirante que usa del realismo mƔgico, la
ciencia ficción y el collage narrativo, configura con múltiples niveles y voces,
un complejo texto lleno de premoniciones en torno a la transfiguración de una
niƱa en flor, a la que poetas como Ramón Palomares, VĆctor Valera Mora, Antonio
PƩrez Carmona, Ana Enriqueta TerƔn, Gustavo Pereira, entre otros, rinden culto
y devoción, y se convierten, al mismo tiempo, en sus apóstoles. El jurado
calificador, conformado por Laura Antilano, Eduardo Gasca y LuĆs Britto GarcĆa,
consideró esta novela como “una obra densa, de profundo sentido poĆ©tico, que
reelabora el sĆŗmmum de leyenda y fantasĆa de la región de Los Andes de
Venezuela, con un relato novedoso, portador de magia y contemporaneidad”, y en
el que se conjugan y barajan la profecĆa, el mito, el amor y la muerte.
Fragmento de La flor y sus apóstoles
"Y entonces escuchĆ© de la voz: Recógela y canta. Y has que la recuerden como la Ćŗltima. Porque habrĆ” un mundo donde puedan necesitarla. CĆ©rquenla de piedad. Recójanla y canten, hasta que sea la hora del fuego y de su gran juicio. A la flor, tómenla. Y beban de ella, y no descansen la mirada. Porque habrĆ” un mundo donde ya nada pueda mirarse, donde ya nada luzca con mansedumbre sobre las aguas del rĆo. He ahĆ tu apostolado."